Durante la protesta de jubilados en defensa de sus derechos, se desató una violenta jornada en las calles del centro de la Ciudad de Buenos Aires. En medio de golpes, gases y proyectiles, Pablo Grillo, reportero gráfico, fue impactado en la cabeza con una cápsula de gas lacrimógeno. La lesión, que le produjo pérdida de masa encefálica, lo llevó a una pelea por su vida en el Hospital Ramos Mejía, donde permanece internado bajo pronóstico reservado y con respirador mecánico.
Según relatan fuentes del gobierno porteño, el incidente se produjo en el contexto de intensos enfrentamientos entre manifestantes y policías. Emanuel Coria, de FM La Tribu, explicó que mientras registraba la acción, observó cómo un cordón policial avanzaba lanzando gas al aire, generando un caos que resultó en múltiples heridos. El reportero fue asistido por una ronda de manifestantes que, al notar la gravedad del golpe, lo trasladaron de urgencia a pocos metros del lugar.
La manifestación se extendió a lo largo de la jornada, dejando un saldo total de 23 civiles heridos, de los cuales cuatro permanecen internados. Además, un policía recibió una herida de bala en el brazo y otros seis uniformados de las fuerzas federales (tres de la Policía Federal Argentina y tres de la Prefectura Naval Argentina) resultaron lesionados durante el caótico operativo. En total, 124 manifestantes fueron detenidos, entre ellos el gremialista Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital, quien fue liberado horas después tras las protestas.
El enfrentamiento se caracterizó por el uso masivo de gases, pedradas, bastonazos, patadas e incluso el empleo del agua de camiones hidrantes para dispersar a los manifestantes. Durante el combate, personal de las fuerzas de seguridad incautó dos armas de fuego tipo “tumbera”, dos cartuchos de escopeta calibre 12 y un cuchillo de tipo carnicero. Por otro lado, el Ministerio Público Fiscal porteño informó que ya han sido identificadas e imputadas 13 personas, 10 por resistencia a la autoridad y 3 por tenencia de armas tumberas.
La represión generó fuertes críticas en redes sociales. Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE a nivel nacional, denunció que el gobierno ha utilizado de forma excesiva el recurso de palos, gases y balas para frenar los justos reclamos de jubilados y trabajadores, calificando la actuación de “ataque a la democracia”. Mientras tanto, la jornada también dejó importantes daños materiales: se incendiaron dos patrulleros, se dañaron vehículos particulares, contenedores de basura y se rompieron baldosas y vidrios en la zona.
Las investigaciones continúan y el Argentina observa con alarma la escalada de violencia en medio de las protestas.