SpaceX lanzó este jueves el octavo vuelo de prueba del Starship, el cohete más grande y poderoso del mundo. Sin embargo, la misión terminó en fracaso cuando la nave perdió varios motores en pleno ascenso y quedó fuera de control, según confirmó la empresa de Elon Musk en X (antes Twitter).
“SpaceX confirma que la etapa superior de la nave Starship para el vuelo 8 se perdió después de perder los motores y el control de la marea unos 20 segundos antes de completar su ascenso”, señaló la compañía, agregando que iniciarán una investigación para esclarecer lo ocurrido.
Explosión en pleno ascenso
Durante la transmisión oficial, Dan Huot, del equipo de comunicaciones de SpaceX, explicó que “varios motores comenzaron a fallar, lo que provocó la pérdida de control y, finalmente, la interrupción de la comunicación con la nave”.
El incidente ocurrió poco después de la separación de las dos partes de la nave. A pesar de la falla, el propulsor Super Heavy logró regresar con éxito a su base en Texas, marcando la tercera vez que se completa este procedimiento en pruebas.
Un nuevo revés para SpaceX
El lanzamiento de este jueves ya había sido postergado en tres ocasiones, la primera vez el 28 de febrero, y más recientemente el pasado lunes por razones técnicas. Este nuevo desastre recuerda lo ocurrido en enero con el vuelo Flight 7, cuando otra nave de SpaceX explotó y sus restos se dispersaron en el Caribe, lo que llevó a la Administración Federal de Aviación (FAA) a abrir una investigación.
Pese al nuevo revés, la compañía de Elon Musk insiste en que estos ensayos son fundamentales para el desarrollo del sistema de lanzamiento. “Tenemos mucho más que aprender sobre este vehículo”, concluyó Huot.
